BALADA DE LA COCINA…
Es hora ya que entres ¡!!!!
Deja de mirar esa entupida novela, y empieza a llenar cacerolas, con esos insolentes, que a toda costa, quieren atraparte para que vivas a su lado.
Son masoquistas. Desean ser quemados vivos, y no contentos con eso, se vanaglorian de ser devorados, digeridos y al final, desechados.
Por favor…no seas tan indiferente. Piensa en los que te rodean.
En sus caras de placer al recibirlos, al saborearlos.
No es suficiente para ti, ver las caras de satisfacción ¿??
Si…bueno…ya sabemos que luego, los devoradores, sin decir nada, sin reconocer esa labor, se irán en silencio, sin pedir permiso, a mirar ese aparato, que atrapa gente sin piedad, ni ningún miramiento.
Pero…y la satisfacción del deber cumplido? , el placer de ver nuevamente todo limpio y guardado, después de haber lavado, secado y ordenado, no sirve ¿?
Pero mujer! Si apenas haces eso dos veces, por cada día de tu vida !!! Aproximadamente, redondeando, unas mil veces por cada año, que a lo largo del tiempo, completaron ya unas cuarenta mil…
Pero…algunos días especiales, para agasajar a los tuyos y a ti misma, sueles incrementar las horas, dentro de este recinto: LA COCINA
Pero debería ser un placer y además…son horas extras ¡!!
Esta bien, nadie te las pagara, pero a cambio, eres la persona esperada con mas impaciencia que cualquiera de la casa, al sospechar que aun no has entrado al venerado lugar.
No dejes pasar el tiempo, que es oro.
Entra.
Empieza ya a martirizar y no olvides ponerte el delantal.
Todo pasa en esta vida y hay cosas peores.
Y ya llegara el día, en el que no seas tu, la que entre, para trabajar y maltratar a sus ocupantes. Pero…a cambio, serás vieja y ya tus comidas, no serán tan ricas.
Ese será el momento en que cambien los roles. Tus compañeras, se olvidaran de ti, para tratar de conquistar a la nueva atacante.
Tú serás la impaciente que devorará todo lo que sirvan. Y te dirán: no tanta sal, nada de grasas, no hagas ruido al masticar! ¡
Todo esto te demuestra, que eres afortunada, al poder entrar en este lugar y seguir preparando sopas, guisos, pastas, ( amasadas por tus manos ), con la ayuda de ellas: LAS CACEROLAS Y SARTENES, las compañeras de gran parte de tu vida .
T. GOMEZ
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